martes, 30 de diciembre de 2008




jueves, 25 de diciembre de 2008

Instrucciones para rasgarse las vestiduras (¡Es cierto, es cierto, he visto un lindo narcoforrito!)

El deporte nacional en nuestro país no es ni el futbol, ni es el jaibol, es el desgarramiento de vestiduras, que se practica infinitamente más que el soborno y el cochupo.
Si usted no ha practicado aún esta actividad tan popular en nuestro suelo, ¿qué espera? Comience en este instante. Con un piquetito de buena disposición obtendrá resultados formidables. Pues si lo ejecuta con paciencia y buen tino, este ritual lo colocará en el acto muy por encima de toda la bola de resentidos, que ensucian este hermoso país (el redactor en turno predica con el ejemplo y ha desgarrado su viejo piyama de osos y atisba en este momento la insondable tiniebla de su propio ombligo).

No desaproveche esta oportunidad que los acontecimientos recientes le sirven en bandeja de oro. Sin necesidad de modificar un ápice sus buenas o malas costumbres, adquirirá al instante la estatura moral de un santo.
Para comenzar, y mientras adquiere práctica, elija usted una prenda que esté confeccionada con una tela que se pueda romper con facilidad, por ejemplo, popelina, algodón o manta de cielo. Nunca trate de rasgar una camisola de mezclilla o de gabardina porque aparte de ser de mal gusto, cuesta mucho trabajo y no hay cosa peor que un desgarrador fallido, pues a éstos se les conoce como simples chillones.
Antes de seguir, es preciso tener claro que rasgar el propio atuendo es la señal de que nos indignamos ante una realidad que nos afrenta. Es la marca que corona la frente de aquel que conoce los linderos que se encuentran más allá del asombro y desea que los demás se percaten de ello. Por eso, cada vez que ejecute un ritual de esta naturaleza, llore, grite y tírese de los pelos. Algunos desgarrólogos radicales no ven con malos ojos que la indignación se muestre revolcándose en el piso y pataleando, aunque nosotros consideramos que no es para tanto.
Un buen desgarrófilo se debe a su auditorio, por eso, los mejores sitios para practicar este sublime arte son los espacios concurridos. Busque un lugar público para tomar su prenda con las dos manos, y como un Hulk tropicalizado, tire con ambas manos hacia fuera y rompa las prendas de modo tal que muestre algo de sus desnudeces. Pero trate de no enseñar la lonja, ni la barriga; por eso, si ha decidido ejecutar un acto de esta naturaleza, es preciso que antes se ponga usted a dieta. Si es usted mujer, escoja entre sus mejores piezas de lencería, con lo que aparte de mostrar que posee valores muy por encima del común de los mortales, también aprovechará para mostrar que tiene otras cualidades, sólo un miope dejará de pensar que usted encarna la perfección.
Las cenas de fin de año y navidad son escenarios idóneos para practicar el desgarramiento de vestiduras, pero hágalo antes de que la concurrencia se encuentre en estado inconveniente, porque nada es objeto de mayor escarnio que una persona moralmente superior al vulgo. Los borrachos, al ser gente de baja estofa, no toleran a los individuos que son superiores a ellos, evítese molestias, y respete, asimismo, al gremio de los desgarraprendas.
Como sugerimos hace un momento, el desgarramiento más exitoso es aquel que es presenciado por el mayor número de personas. Esta simple razón, hace de los amigos del teleprompter -conocidos también como locutores de radio y TV- los campeones nacionales indiscutibles de este nuestro deporte nacional. Ellos son los primeros en saber qué es aquello que debe indignarnos y también son ellos los primeros en romperse las vestiduras, por eso gran parte de sus sueldo lo gastan en ropa especial para ello. Los rumores que aseveran que los periodistas y locutores practican, con un bisturí, imperceptibles cortes a sus prendas antes de salir al aire, son meros infundios.
Sin embargo, si a usted no le alcanza para comprarse uno de esos aparatitos que piense por usted en horario estelar, puede utilizar el Internet para realizar una especie de ciberdesgarramiento. Busque uno de los innumerables foros que abarrotan el ciberespacio (cualquiera que no sea País-Salmonela, porque a nosotros nos embargaron el teleprompter, hecho que explica nuestra proclividad a decir estupideces) y busque también una noticia o un tema que se preste para ello. Indígnese ante un hecho que evidencie algún defecto de alguien notable. Si un futbolista no “ama su camiseta” usted desgárrese la propia diciendo que odia la mediocridad y que el fulano debería de sentirse honrado de llevar encima los colores patrios, complete asegurando que el nuestro es un gran país, y que está usted orgulloso de vivir en este páramo (esto último no debe ser necesariamente cierto). Si el tema es la economía, hable de la bola de huevones y pusilánimes, que no creen en las bondades de la doctrina del liderazgo, que son incapaces de ver en el maremoto económico que se nos viene encima, una excelente oportunidad para desempolvar la tabla de surf que duerme en el armario. Si no le agradan los foros de la gran red, abra su propio blog y comience indignándose por la superficialidad y la vanalidad que pululan en el ciberespacio, específicamente en los blogues o bitácoras, o como se llamen.
Pero si a usted también le embargaron el teleprompter, un grupo de asesores de País Salmonela ha quemado unas cuantas neuronas con tal de poner a su disposición una lista de tópicos, que podrá utilizar a su antojo, para practicar el arte de arrancarse las vestiduras.

Estos tópicos nunca deben ser usados como tema principal de su exhibición, úselos para que la gente perciba que usted no crítica por criticar, sino que está preocupado por el país (por el mundo) que le tocó habitar:


  1. La riqueza cultural de nuestra tierra, hable de ella aunque el tema sea el maltrato a los animales, o las sumas obscenas que se autorrecetaron este fin de año, los congresistas de nuestro país.
  2. La naquiza, es decir: “la gran riqueza de nuestro pueblo”.
  3. Los jodidos, es decir: “los que menos tienen” (nunca vaya a decir “los que tienen menos” porque van a creer que está usted despachándose con el cucharón sucio del albur).
  4. Los rucos, es decir: los adultos en plenitud.
  5. Nuestra historia (hable de ella aunque no la conozca; no importa, casi nadie la conoce).
  6. La madre tierra (sin comentarios).

Esté muy atento de las reacciones del público. Si lo llaman farsante y le dicen que el hecho que ahora lo indigna ya lo conocía, nomás que se había hecho el occiso; si le dicen que el día de hoy habla tan sólo para integrarse al coro de moda, no haga caso. No se imnute ante el malvibroso que lo apunte con el índice: esa es la señal inequívoca de que su desgarramiento de vestiduras está siendo eficaz. Si lo llaman hipócrita cuánto mejor; de hecho, cuando a sus oídos llegue este calificativo, podrá presumir que es usted un profesional del mexicanísimo deporte del desgarramiento de prendas: un desgarrófilo inveterado.
El buen desgarraprendas es como el delantero atento que sabe aprovechar las oportunidades de anotación. La cosecha de acontecimientos propicios para atizar nuestra indignación nunca se acaba. En estos días, por ejemplo, no desaproveche la oportunidad de hablar mal de las descerebradas niñas bonitas, desprovistas de valores, que participan en anodinos concursos de niñas bobas y bonitas. Hable de la supremacía de la belleza interior sobre la efímera belleza exterior (hasta puede citar el célebre soneto de la sor Juanita), hable de la vanalidad de las cosas materiales y use los tópicos 1, 2 y 3 para rematar su comentario, use la palabra podredumbre o descomposición y ponga cara de fuchi. Diga que no todos los mexicanos son así. Que en sus tiempos no pasaban estas cosas. Critique, asimismo, la sociedad de consumo, eche pestes sobre nuestra juventud sin brújula. Pero no exagere, sobre todo si es usted tan feo y está tan jodido como el que esto escribe, no se exponga a que, aparte de hipócrita, lo llamen envidioso.


PD. No se pierdan la próxima entrega de País-Salmonela, en exclusiva para nuestros lectores, Las 10 cosas más estúpidas del 2008 (se aceptan sugerencias, aunque no les vamos a hacer caso porque la lista ya está lista).

domingo, 14 de diciembre de 2008

GRACIAS AL FACEBOOK DESCUBRIÓ QUE SU MUJER LO ENGAÑABA

Un viernes, movido por el tedio de los últimos eternos minutos de la semana que se niega a morir, a Julián se le ocurre la puntada de darse de alta en una de tantas redes sociales, encubriéndose con otro nombre. ¿Para qué? No lo sabe, quizá las mayores sandeces las hacemos durante esos dilatados minutos, antes de ir a casa a no hacer nada. Lo que sí sabemos es que este desdoblamiento de la personalidad súbitamente entusiasma a Julián.
Ah, si la semana inglesa terminara el jueves al mediodía sería menos la desdicha en este mundo. Digo esto porque, el viernes siguiente, durante esos minutos, una voz le dice a Julián que se puede divertir otro poco si le envía una invitación a su esposa fingiendo ser otra persona, ante el azoro de nuestro amigo, ella acepta la invitación sin remilgos, eso no era lo que esperaba; pero al menos ha escapado del tedio y eso para él ya es bastante.
Sin saberlo, se ha convertido en una suerte de curioso impertinente y se ha incubado en él algo parecido a la desconfianza. Atisba, de hecho, un gesto de liviandad en su mujer y decide hacer algo que nunca había hecho en 25 años de matrimonio, es decir, ejercer el recelo. Sin percatarse ha cruzado la línea del no retorno y ahora revisa, uno a uno, los 14 contactos que reposan en la lista de su esposa. Descarta a sus dos hijos, a su hija, a sus 3 cuñados, a su comadre, y a sí mismo dos veces; al final, se queda con un tal Amadeus. A partir de aquí la historia es más ordinaria de lo que parece. Ese mismo día al preguntarle a su esposa sobre la persona que se esconde detrás del nombrecito, ella le responde con evasivas, mientras en su cara aparece un desinterés fingido. Está nerviosa.
Pero Julián ha sido una persona ecuánime, respetuosa, y no va más allá; aunque de lo que tiene ganas es de zaradear a su mujer y propinarle un par de zopapos.
La duda se ha incubado en él, como el vástago del Alien. En sólo unos días, el embrión crecerá y se convertirá en una certeza, un par de asedios, algunas llamadas, y antes de lo que espera le será dado conocer al tal Amadeus, que en realidad se llama Ezequiel, como el profeta.
Por fortuna, nuestro amigo no necesitará asesinar a su esposa para convertirse en carne de encabezados. Bastará que en el juzgado, durante el consabido pleito del divorcio, alguien mencione las "redes sociales"; bastará que ese día no muera algún pez gordo y que a ningún mulato se le ocurra llegar a la presidencia de los estados unidos, para que una prensa ávida de escándalo cabecee: GRACIAS AL FACEBOOK DESCUBRIÓ QUE SU MUJER LO ENGAÑABA.
El buen Pero Grullo, sin embargo, afirma que no se divorciaron por el Facebook, se divorciaron porque su relación estaba en un punto muerto, aburridos como estaban: ella de él y viceversa. Sobre todo estaban aburridos de sí mismos, de lo insoportables que eran cuando estaban juntos. Seguramente ambos habían tenido ya oportunidad de engañarse, sin necesidad de las redes sociales. Entiendo que los diarios están hechos para que la gente los lea y se interese en ellos, pero no entiendo el azoro, el revuelo, que provoca la noticia de que (cito un ejemplo reciente) un chileno imbécil, después de 13 años encuentra a su vástago. El hecho hubiese pasado desapercibido de no ser porque el hallazgo se dio gracias a las redes sociales. Antes de sacarlo en el Clarín, al tipo habría que emascularlo metiéndole una rata hambrienta en los pantalones. ¿Es que a nadie se le ocurre pensar que si no había encontrado a su hijito era simplemente porque no quería verlo?
Un leve movimiento con el índice y ahí está el click y con él la paternidad instantánea; a su lado, hasta una chaqueta resulta una proeza. Sin necesidad de invertir un puto peso en pañales, mamilas, ni crema para el culito rozado del bebé.






II




GRACIAS AL GOOGLE, ELLA CONSIGUIÓ QUE LA CULEARAN Y ÉL APRENDIÓ A HACER CHIMICHURRI


Laura tiene menos prejuicios que su esposo y le gusta el sexo anal, por la misma razón que, a veces, prefiere la salsa chimichurrri al guacamole. Su esposo, don Abdías, detesta el chimichurri, por la misma razón que repudia el sexo anal: las cosas que para él son extrañas no logran entusiasmarlo.
En la cama prefiere la posición clásica del misionero y en la mesa, indistintamente, exige su guacamole con totopos. Un día, en el salón de belleza, Laura se entera, sin querer, de la existencia de un cibersitio de intercambios sexuales.
Ese mismo día ella acude a un cibercafe y redacta un ciberanuncio en el que sólo pide, a aquel que desee cumplir su fantasía, que se entusiasme con el sexo anal y con el chimichurri, ambas cosas por separado. Al día siguiente, llegan a su buzón 5 peticiones; de todas ellas, elige el que no menciona la salsa, quizá considera que es el menos impostado, además es el único que incluye una fotografía en la que aparece cubierto de vello y eso a ella le entusiasma otro ápice. Un día cualquiera, se encuentran y cumplen cada quien su fantasía. Ni siquiera se enteran de sus respectivos nombres, de hecho la fantasía no es tan formidable como lo fue la expectativa, pero ambos se ayudaron para llegar a esa certeza, acabaron con sus respectivas dudas, ambos son más sabios, de algún modo, y en el proceso nadie salió lastimado.
Cuando se despiden, él le entrega un paquete, le dice que no lo abra sino hasta que llegue a su casa. Una vez en su domicilio, ella retira el envoltorio y encuentra dentro un pequeño frasco, a pesar de estar cerrado, del envase escapa el penetrante olor del vinagre y las especias de la salsa chimichurri.
El tipo que se la dio no sabía cómo hacerla, pero con dos golpes de tecla encontró un sitio que constituye todo un compendio sobre el asunto. No sé ustedes, pero yo encuentro más emoción en el hecho de que alguien prepare una salsa que en su vida ha probado y que una mujer sencilla cumpla una fantasía; al hecho de que un gandul pretenda hallar un vínculo donde nunca lo hubo.
El periódico El Clarín nunca cabeceará una nota de este modo: GRACIAS AL GOOGLE, ELLA CONSIGUIÓ QUE LA CULEARAN Y ÉL APRENDIÓ A HACER CHIMICHURRI.

Carstenschu!!






"Me prometieron un monumento y me salen con esto"

miércoles, 10 de diciembre de 2008

YO TAMBIÉN SOY HIJO DE CHABELO

Al enterarse de que la señora Oralia Pérez, acaba de demostrar que don Javier López, Chabelo, es el papá de su hija, Lesslie Pérez, y enterado del profesionalismo de nuestros reporteros (la verdad es que en ningún otro medio le hacían caso), el señor, Apolonio Martínez Pueblitas, se presentó en la redacción de País Salmonela y nos dio a conocer su sorprendente historia.

Esta es la Historia:
Durante largos 25 años he vivido con la incertidumbre
de no saber quién es mi papá, los apellidos que llevo son los mismos que llevaba mi madrecita, que está en el cielo. Ella nunca me lo dijo, pero yo sospechaba algo, porque cada domingo, de manera religiosa, ella encendía el televisor para mirar a un tipo enorme vestido como idiota y hablando como tal. Inevitablemente, cuando los ganadores pasaban a la catafixia, mi madre se ponía a llorar a moco tendido y yo no entendía lo que pasaba, yo creía que se debía a la emoción, pero me quedaba una espinita clavada en el alma.
En otra ocasión, llegó a la casa una sala de Muebles Troncoso y una enorme dotación de golosinas Tutsi Pop, hasta donde alcanzaba a entender, mi madre no tenía manera de hacer esa compra; sin embargo, ahí se quedó la enorme sala, para mí fue como un indicio.
El día que unos ladrones se llevaron nuestras cosas en un camión de mudanza, mientras nosotros estábamos haciendo fila para patinar en la pista de hielo del Zócalo. Después del atraco, mi madre se olvidó fácilmente del televisor, del microondas, de la licuadora, y de mi colección de discos de Marco Antonio Solis, para concentrar todo su dolor en la pérdida de su sala. Ese fue para mí otro indicio.
Y el día de hoy, cuando vi
esta noticia, una especie de luz se abrió paso en mi mente. ¿Será posible? Me pregunté a mí mismo, sólo había una forma de averiguarlo. Rompí mi cochinito para contratar un abogado, pero no me alcanzó ni para pagarle a un pasante. Pero se me ocurrió una brillante idea, fui a una tienda a comprarme un pantaloncito de peto y una playerita de Pepe el Toro, introduje mi cuerpecito de 100 kilos en ambas prendas y con verdaderas ansias me vi al espejo y caí en la cuenta de que YO TAMBIÉN SOY HIJO DE CHABELO. No pienso entablar querella alguna, no deseo pedirle nada, con la gran alegría que ha traído a mi corazón cada domingo y con el hecho de saber quién es mi papá, me doy por bien servido.

lunes, 8 de diciembre de 2008

BLINDADOS CONTRA LA CRISIS







Anda circulando en la red un texto apócrifo de Carlos Slim, en el que el hombre más rico de México le receta, al que quiera ponerse el saco, una serie de recomendaciones para encarar la crisis que está llegando a territorio chimeco. El documento en cuestión ya circulaba desde hace un tiempo, firmado por otro personaje, un tal Ander Kutz Girault.
El asunto carece de importancia pues, finalmente, el texto de marras constituye una reverenda sarta de lugares comunes y humor involuntario. Resumiendo su contenido sólo nos dice que trabajemos más para que nuestros empresarios no quiebren y podamos seguir conservando, nosotros nuestro jale y ellos sus 10 yates.
Para que no le anden dando gato por liebre, País Salmonela ha solicitado la colaboración del economista Marcos Godínez Paz, profesor de tiempo completo de la Universidad Tecnológica de Guásimas, Jalisco. El profesor Godínez posee una de las mentes más densas de este país y, a cambio de dos tortas cubanas, nos ha proporcionado un formidable plan para sobrevivir esta crisis cuasi apocalíptica.
Aquí el plan del especialista. Como el lector podrá observar, lo hemos dejado tal como lo escribió el sabio jaliciense. Sólo suprimimos las faltas de hortografía y las manchas de chile chipotle:

"La crisis no ha llegado, pero va a llegar, no sabemos cuándo, ni como pero va a llegar y para que no nos agarre desprevenidos lo mejor será armar un buen plan, para así poder salir bien librados de este tremendo desajuste de la economía mundial". Marcos Godínez Paz, Palabras dichas por el economista en el Foro, cantina célebre en Guásimas por sus deliciosas tortas ahogadas.


  1. Lo primero que querrá usted saber es ¿Cuáles son las causas de la crisis? A lo cual yo le respondo: ¿Saber eso le va a quitar el hambre? ¿Verdad que no? Entonces no ande preguntando babosadas que ni los especialistas parecen entender. Una vez zanjada esta cuestión pasemos, sin más preámbulo, a las cuestiones prácticas.
  2. Si el jale que usted tiene está feo, significa que se va a poner peor, este es un buen momento para recuperar energía, eche la concha lo más que pueda, no se fatigue ni se angustie de oquis, pues de todos modos lo van a correr.
  3. Si ya lo corrieron, no salga a buscar trabajo porque va a gastar preciosas calorías, mejor cómprese dos mascotas: un perro y un pollito; no es un albur, el perro mantendrá a raya a los cobradores y el pollito una vez crecido puede convertirse en un delicioso caldo tlalpeño.
  4. No conteste el teléfono y si contesta diga que no está, que usted sólo ha sido contratado para remodelar la casa.
  5. Aprenda a fumar, el tabaco espanta el hambre. Si le dicen algo los personeros de Marcelo y le espetan la teoría del fumador pasivo, dígales que más personas han muerto víctimas de la intolerancia.
  6. No vea las noticias porque se va a sacar de onda. Si las penas con pan son buenas, las migajas sin penas son mejores; además, si se deprime, se le bajarán las defensas, mejor reserve la pupila para los videos candentes del Youtube.
  7. Si ya vive en Estados Unidos, acepte la nacionalidad gringa; si no vive en ese país, vaya pensando como largarse y, como decían los uruguayos en tiempos de la dictadura: "Si usted es el último en irse apague la luz".
  8. No empeñe todas sus cosas de golpe, guarde para después la ropa dominguera y el televisor, la TV véndala al final, yo sé lo que le digo.
  9. Acepte todas la invitaciones a bodas, bautizos y XV años y, una vez que lo inviten, pregunte como no queriendo la cosa y poniendo su mejor cara de pendejo: ¿No saben si va a haber recalentado? Si le dicen que sí, regrese al día siguiente. Aquí entra, de nuevo a hacer el quite, el perrito que se compró, porque así podrá pedir algo para llevarle al Boby, aunque de lo que le den se puede todavía pellizcar algo para el dueño del mentado Boby.
  10. Si no lo invitan a ninguna reunión, no se preocupe. Existe un plan B: los sábados y los domingos, vístase con sus mejores galas (aquí se va a felicitar por no haberlas vendido) párese en una iglesia más o menos concurrida y espere que llegue un bautizo, o una boda y, como estudiante consciente, únase al contingente sin sacarse de onda. ¿A poco no ha encontrado nunca en sus reuniones algunos gorrones que ni conoce? Pues igual lo verán a usted. Mientras más concurridas las celebraciones, mejor. Lo mismo aplica para las fiestas de pueblo, que son abundantes por el área de Tlahuac, Xochimilco e Iztapalapa. De paso hasta saca a pasear a la familia.
  11. Cuando tenga ganas de enfermarse piense en lo caras que están la medicinas y si así no se siente mejor, vaya a un hospital del sector salud y saldrá sensiblemente mejorado nomás de ver la que le espera si usted no se aliviana.
  12. Asista a todas las presentaciones de libros que pueda, esos eventos siempre son poco concurridos y constituyen una buena fuente de bocadillos y vinitos gratis. Pero no sea avorazado, antes de pasar a darle baje a los bocadillos, participe en la sesión de preguntas y respuestas. Si no sabe qué decir, ubique al autor, que es generalmente el que está en la mesota cubierta de paño, con otros tipos con cara de ser muy inteligentes. El autor es el que está sudando a chorros, ya que lo ubicó pregúntele, poniéndo cara de verdadero interés:
    “¿En qué se inspiró para escribir su libro?”
    No falla. Acto seguido, láncese sobre los bocadillos, porque luego hay cada hambreado.
  13. Otra recomendación sumamente útil es la de usar su auto particular lo más que pueda, porque sale más caro si lo atracan en el transporte público.
  14. Para finalizar sólo me queda recomendarle que se haga la vasectomía, una boquita más que alimentar es un lujo que no cualquiera puede darse.
  15. Felicidades, está usted blindado contra esta crisis y las que siguen.

jueves, 4 de diciembre de 2008

¿Cómo los vamos a matar?


La discusión no es la pena de muerte, es cómo los vamos a matar: si los vamos a fusilar, si los vamos a degollar, si los vamos a ahorcar o algo light, que puede ser la inyección letal, pero un desgraciado que hace eso, ¿tú crees que merezca consideraciones?
Humberto Moreira Valdés

El ínclito gobernador Moreira ha puesto el dedo en la llaga y, arriesgando todo su capital político, ha girado instrucciones a su congreso particular, perdón, estatal para que con premura, apruebe una iniciativa encaminada a modificar la carta magna y, de este modo, se establezca la pena de muerte en nuestro territorio. País Salmonela preocupado porque nuestro prócer Moreira use sus neuronas para cosas más importantes, ha decidido armar una serie de modestas propuestas para deshacernos de todos esos indeseables, que no respetan ni a su madre.
Ha sido tal la respuesta de sus congressmen y de la sociedad en su conjunto, que el licenciado Moreira está pensando seriamente hacer su propia reforma educativa -en la que se volverá a establecer el reglazo y el coscorrón como eficientes herramientas pedagógicas-. Dice, además, que si todo le sale vien (sic.), también impulsará una reforma petrolera de a de veras usando como punta de lanza a su falange de congresistas.
Volviendo a nuestro tema, sabemos que deshacerse de un tipejo no es cosa fácil aunque lo parezca, además, en concordancia con la modernidad, no podemos establecer soluciones anacrónicas como aquella del fusilamiento, o la comodidad de la inyección letal; por favor, nada de soluciones fáciles.
Bueno, dejémonos de rollos y aquí van nuestras propuestas:
  1. Una solución viable consistiría en tomar al secuestrador y darle una sopa de su propia medicina, vistiéndolo de policía para después soltarlo en Ciudad Juárez armado con una resortera y sin parque.
  2. Colocar una vistosa camiseta con la leyenda: I LOVE JESUS, en el pecho y ORTEGA en la espalda y darle un rocanrol, descalzo, por el Valle de Chalco o por algún otro territorio encinista.
  3. Obligarlos a vivir con el salario mínimo vigente, morirán de inanición en unos días.
  4. Armar al secuestrador con la misma resortera del inciso 1. y utilizarlo luego como fuerza de asalto en los motines de las prisiones.
  5. Venderlos por partes en el mercado de órganos y dar el dinero a las víctimas.
  6. Usarlos como conejillos de indias.
  7. Colocar sus fotografías en los periódicos agradeciendo la información que han dado a la policía en su arduo combate contra el crimen organizado y, después, aplicar el inciso 1, prescindiendo del uniforme de policía.
  8. Vendar los ojos del malandrín y obligarlo a caminar por algún paraje que también sea territorio chimeco, la calzada I. Zaragoza a la altura del km. 11.5, por ejemplo.
  9. Utilizarlos como prestanombres y, con su firma, publicar en los diarios toda esa preciosa información que resulta incómoda para los barones de la droga.
  10. Esta vez no hay diez, no manchen, ¿qué se creen?

    PD. Por su parte, País Salmonela desea proponer que se aplique la pena capital a todos los políticos manchados que han hecho del oportunismo una de las bellas artes.

lunes, 1 de diciembre de 2008

LAS CAJAS NEGRAS


¿Cómo serían estas cajas negras?

La de Los Pinos
-Jefe ahí hay una turbulencia bien cabrona.
-No nos hace nada, esta nave es a prueba de turbulencias.
-No es por ser pesimista, pero esta viene más perrona.
-Ya te dije que no seas alarmista, si esta nave aguantó al Grandote, bien puede aguantar cualquier turbulencia. ¿Está temblando?
-No, esa es la turbulencia.
-Ay güey, de haber sabido, ni le entro a esta chamba de piloto. Bueno haiga sido, como haiga sido, ya estamos aquí.
-Jefe, ya estamos como a mil metros.
-Déjamelo, déjamelo y dile a Memo que destrabe un alerón pa estabilizarnos un poco.
-Ya le dije, pero igual seguimos perdiendo altura.
-Hijo de su puta madre; (susurrando) la nave, no tú, cabrón; no me mires así, yo creo que mejor enciendes la alarma.
-No hay alarma, la estamos licitando.
-Ah cabrón. Entonces saca los paracaídas.
-No hay, jefe, en el lugar destinado a los paracaídas sólo dejaron estos pinches vestiditos como de Barbi.
-Hijo de su puta madre.
-¿El avión?
-No, el pinche… (se escucha un golpe seco y se interrumpe).
-Ay, diosito.

La del PRD
-Compañero, creo que la nave está perdiendo altura.
-Sicierto, compañero, déjemelo, déjemelo, compañero.
-Se lo dejo pura madre. Y yo con qué me quedo.
-Le digo que me lo deje; si no, nos vamos a estrellar.
-Me vale madres.
-Ya estamos a 1500 metros, déjemelo o se lo quito.
-Encima de mi cadáver.
-Pos tú dirás, (se oyen golpes, patadas y mordidas).
-Ya sólo quedamos ustéd y yo, compañero, la tripulación saltó hace un rato.
-Me vale.
-Pos a mí también me vale.
-Hijo de su puta madre.
-La suya.

La del Gobierno de la Ciudad de México
-Marcelo, perdemos altura.
-Ya te dije que no me interrumpas, ¿ya pusiste el nacimiento?
-Ya, pero nos vamos a estrellar de todos modos.
-No seas dramático y pásame la canela molida y la vainilla.
-Disculpe, licenciado, ¿cree que es momento para estar haciendo galletitas? (se oye un golpe) !ay¡ hijo de su puta madre.
-¿Yo?
- No, como cree jefe, el arbolote ese contra el que vamos a chocar.
-No seas chillón. Y ayúdame a amasar. Por cierto ¿encontraste mis patines de hielo?
-Jefe, nos estrellamos, ay diosito, me hubiera quedado en mi pueblo (se escucha un golpe y luego el sonido que produce el hielo cuando se quiebra).




jueves, 27 de noviembre de 2008

DESCUBRA SI TIENE USTED MADRE

Parece ser que de un tiempo a la fecha toda la población de este bello páramo somos sospechosos de no tener madre y tal como reza el clásico, “todo mundo es culpable hasta que se demuestre lo contrario”. Ya no sufra, corrobórelo por usted mismo. Como un servicio más a la comunidad, un panel de especialistas de País Salmonela, ha elaborado el siguiente test, que le ayudará a descubrir si tiene usted lo que se dice madre.

1. Tiene usted uno de estos nombres:
a) Eduardo Medina Mora.
b) Genaro García Luna.

2. En los últimos días el presidente Calderón ha mandado a todos a volar y les ha dicho que usted no fue.
a) si.
b) no.
(Si su respuesta fue afirmativa pase a la 3. Si fue negativa, pase de todos modos a la 3, no se haga.)

3) Dirige alguna de estas instancias:
a) La SIEDO.
b) La AFI.
c) La PFP.
d) La SSP

4. Recae sobre alguno de sus subordinados la sospecha de haber sido maiceado sistemáticamente por el crimen organizado por la cantidad de:

a) 450 mil dólares.
b) 100 mil dólares.
c) 50 mil dólares.
d) 10 mil dólares.

5. Cuando escucha la expresión “Si no pueden, renuncien” usted:

a) Ignora de qué le están hablando.
b) Se saca de onda, pero sigue cobrando.
c) Se encabrona, pero sigue cobrando.
d) Se siente incomprendido.

6. Cuando comienzan a rodar cabezas a su alrededor, usted:

a) Pone sus barbas a remojar.
b) Espera que el preciso lo respalde desde lejos y se hace el occiso.
c) Primero pregunta si son cabezas de decapitados o de policías agarrados con las manos en la masa, antes de tomar cualquier decisión.
d) Piensa que los mexicanos son una bola de desagradecidos.

7. La frase “Vamos ganando aunque no lo parezca” le inspira.

a) Adhesión.
b) Confianza en el futuro.
c) Simpatía.
d) Ganas de decir “a huevo".
e) Deseos de poner los puños hacia arriba y los brazos paralelos al piso y realizar dos movimientos rápidos en dirección al abdomen.

8. La ciudad que usted gobierna es una de las más inseguras del mundo y ante esta realidad usted:

a) Se pone a hacer galletas de jengibre.
b) Se pone a hacer galletas de nuez.
c) Se pone a hacer galletas de animalito.
d) Se pone a hacer galletas de mantequilla.


Resultado: si marcó cualquiera de los incisos de cualquiera de las preguntas de arriba, usted no tiene madre. Es en vano que intente buscarse una, porque su condición es irreversible.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

martes, 25 de noviembre de 2008

sábado, 22 de noviembre de 2008

viernes, 21 de noviembre de 2008

Plan de emergencia para salvar a la selección mexicana de futbol


1. Volver grave la palabra aguda y comenzar a decir fútbol.

2. Impartir clases de samba en las escuelas primarias.

3. Nombrar director técnico a Elba Esther Gordillo; a Josefina Vázquez Mota, como su asistente; si no mejora nuestro futbol, al menos la educación se salva.

4. Regalar una Hummer a cada jugador que meta un gol, y agregar un Faw si la anotación se consigue con un penalti.

5. Otorgar la nacionalidad mexicana a Julio Cesar, Maicon, Lúcio, Luis Fabiano, Juan, Cléber, Gilberto Silva, Josué, Elano, Kaká, Robinho, Adriano.

6. Nombrar presidente de la FMF a Carlitos Albert y que su secretaria sea La Volpe y su tesorero su hermana La Volpa.

7. Bajar en un 80% los sueldos de los jugadores, para así obligarlos a emigrar a ligas más perronas.

8. Que Bachoco sea el único patrocinador oficial de la selección.

9. Antes de cada juego, someter a un proceso de despresurización a los jugadores mexicanos que juegan en clubes europeos para que recuperen su tamaño original.

10. En lo sucesivo, televisar sólo las competencias de tae kwon do, los encuentros de frontón y los torneos de golf en los que participe Lorena Ochoa.

11. No, no hay once. Bueno está bien, aquí va: prohibir que se vuelva a usar esa expresión cursi y mamerta de “el jugador número 12”, para aludir a la perrada.

viernes, 4 de julio de 2008

miércoles, 2 de julio de 2008

País Carbohidrato; País Hidrocarburo



Si calibramos las prioridades del gobierno por los mantras que urden sus sagaces publicistas, tenemos que son tres los problemas que roban el sueño a nuestros estadistas: el petróleo, los gordos y la comida que los gordos necesitamos para conservar nuestra insana condición de obesos.
Las campañas del ejecutivo en torno a la reforma energética son parte de su respuesta a la escasez global de hidrocarburos, que proyecta su sombra sobre nuestro futuro cercano; aunque también delatan una crisis aguda de neuronas.
Por su parte, el problema de los gordos, hace decir a los mismos publicistas que la gordura es la principal causa de enfermedades, tan terribles y costosas como la diabetes y la hipertensión; implícitamente se nos advierte que si no moderamos nuestra gula, moriremos sofocados literalmente por nuestra grasa corporal, si es que la angustia provocada por esas campañas no nos ha matado aún; sin embargo, nosotros los gordos ya sabemos que moriremos pronto, porque una cosa es ser obeso y otra muy distinta es ser pendejo, aunque el gobierno y sus publicistas sean incapaces de entender la diferencia.
Pero volvamos a nuestro asunto, tal parece que no hay gobernante que no encomiende su futuro a los urdidores espots. Dichos urdidores tarde o temprano consiguen obtener joyas excelsas, como aquella obra maestra, que hace poco nos urgía a lanzarnos de bruces en el océano:
“Ahí está nuestro tesoro y debemos ir por él”.
La recurrencia de ambos temas, la reforma energética y la gordura, nos ha llevado a la siguiente conclusión: en última instancia, los problemas del país se reducen a uno solo: el de la energía.
En sentido estricto, lo que tiene a los gordos haciendo equilibrios en la cuerda floja es la energía mal utilizada o, mejor dicho, no utilizada. ¿No es acaso la gordura tan sólo una reserva calórica; es decir, una reserva energética? Cuando suben los precios de los alimentos, lo que sube realmente es el precio de nuestra gordura. En otras palabras: nuestra realidad está trazada por la caprichosa línea que va de los hidrocarburos a los carbohidratos.
Si hacemos un pequeño esfuerzo, y aflojamos el nudo a la corbata de nuestros dogmas, la incitación de ir tras el tesoro oculto al fondo del mar, se escuchará como la pregunta del miope que pregunta por los anteojos que lleva puestos: la riqueza no se encuentra en el fondo del mar, se encuentra aquí arriba, y la tecnología para acceder a ella no se encuentra en Rusia, no se encuentra en Noruega: está entre nosotros desde hace un par de décadas y se llama liposucción. Repito, el tesoro no está oculto, qué más quisiéramos; aunque lo castigamos con el cinturón, está a la vista del que quiera verlo.
Por otro lado, hace un año, tres estudiantes destacadas del IPN desarrollaron un método para producir biodisel a partir de grasa animal. El procedimiento suena de lo más simple, incluso para un lego como el que esto escribe: la grasa se mezcla, en un reactor, con metanol y algunos catalizadores. De la reacción química resultante se obtiene biodisel de excelentes cualidades y un residuo de glicerina, muy útil para la industria cosmética. Lo mejor de todo, es que no se necesita mover una sola consonante de nuestra Carta magna.
De este modo, los gordos pasaremos de la ignominiosa condición de lastre social, a la de patrimonio nacional, es decir, a la condición de tesoritos de las superficie terrestre. Para apuntalar este aserto, hagamos algunas cuentas apresuradas, con números redondos. Si en México somos unos 25 millones de personas entre los 19 y los 40 años, el 70% de esos 25 millones de personas sufren de sobrepeso. Lo que significa que tienen unos 20 kilitos de más, como mínimo; aunque existimos ejemplares a los que nos sobran 40 kilos. Para no caer en exageraciones, tomemos como indicador el número inferior, es decir, 20 kilos por gordo y lo multiplicaremos por 20 millones. Si saben aritmética, descubrirán que tenemos, debajo de nuestras camisetas talla XXXL 400,000 toneladas de grasa animal (¿de qué otra cosa están hechas nuestras lonjas?), en el cálculo más modesto. Otra ventaja de la utilización de este tipo de grasa, es el hecho de que el combustible resultante produce pocas emisiones contaminantes. Se trata de energía limpia y absolutamente renovable: los gordos nos multiplicamos -perdón por la obviedad- como chanchos, ¿cuánto nos costaría reponer esa grasa extraída mediante agujas? Casi nada.
Yo creo que, para nuestros sabios, será más fácil y barato encontrar una manera de practicar liposucciones a bajo costo, causando los mínimos estragos para el organismo. Además, el problema de la obesidad dejará de ser eso, un problema, para convertirse en un recurso: “Una herramienta de progreso” dirá el licenciado en turno, blandiendo puntualmente el lugar común.
Sólo me queda temer al mal que siempre encuentra la manera de cebarse con nuestra realidad, ya me imagino los siguientes encabezados: “Urge el secretario de energía a detener el ordeñamiento clandestino de gordos”; o, peor aún, “Se interceptó un convoy que pretendía cruzar ilegalmente la frontera con 200 gordos provenientes de China”; o, incluso este otro, “Emite el ejecutivo un decreto que nacionaliza a todos los gordos del país”.
Sin embargo, creo que vale la pena correr el riesgo. De este modo, la gordura dejará de ser estigma y se convertirá de nuevo en un símbolo de estatus, los gordos ya no seremos rechazados socialmente ni nuestras redondeces serán materia de la sorna, fungiremos como héroes. En vez de atroces campañas para espantar a los obesos, proliferarán los mensajes que animen a la población a incluir una mayor cantidad de carbohidratos en la dieta. ¿Qué esperamos? Vayamos por ese tesoro.

martes, 1 de julio de 2008

Hoy nace País Salmonela


Ya nació País Salmonela.