domingo, 15 de febrero de 2009

2009, AÑO INTERNACIONAL DE LA DESCONFIANZA


País-Salmonela desea establecer este 2009 como el año internacional de la deconfianza. Asimismo, desea reivindicar este sentimiento y contribuir a restaurarle un poco del brillo que los Fundamentalistas del liderzago y la Chaqueta mental le han escamoteado.
No nos interesa destacar ningún aspecto trascendental del recelo, nos interesa el simple y bendito derecho que tiene todo ser humano a desconfiar (hasta de su propia sombra). Revitalicemos la desconfianza pa que ya no nos sigan viendo la cara de pendejos, usémosla como la lámpara del orate del barril.
Este 2009 vamos a ejercer metódicamente la desconfianza.
Este manifiesto a favor de la despenalización de la desconfinaza incluye una somera lista (que bien podría ser infinita) de todo aquello que debe ser objeto de desconfianza.

Desconfía de cualquier pendejo que te diga que te va a decir cómo encontrar empleo, cuando es obvio que él ha sido incapaz de hallar jale y por eso se dedica a vender choros.
Desconfía del merolico, trajeado o ensotanado o encuerado, que te quiera enseñar cualquier cosa y cuyo primer consejo sea "Cree en ti mismo". Dile que si te la sigue mamando, te la va a desprender de su sitio.
Desconfía de los tacos de a dos pesos.
Desconfía de los senos de más de kilo y medio.
Desconfía de los presidentes con una rancia prosapia de cantina.
Desconfía de aquellos a los que la obra de Foucault sólo les ha servido para morder el bocado del cinismo más rascuacho, frívolo y acomodaticio.
Desconfía de la desconfianza fingida de los émulos de Bukowski.
Desconfía de le expresión "los datos duros".
Desconfía de los que hablen de "la alteridad" o "del otro" en cualquiera de sus presentaciones; estadísticamente está probado que aquellos que usan esta expresión son definitivos hijos de puta. Lobitos ajuareados de oveja.
Desconfía de la mujer que no te deje ver sus manos.
Desconfía de la mujer que te muestre los senos sin que se lo pidas.
Desconfía de la inteligencia que no sea desconfiada.
Desconfía de las sopas instantáneas.
Desconfía de los que desconfían de lo viejo.
Desconfía de los que desconfían de lo nuevo.
De los escritores que lanzan libros como si fueran pedos.
De los paquetes de los restoranes que digan "Coma todo lo que quiera".
De las escuelas cuyos pasillos estén desiertos en horas de clase.
De los luchadores sociales, cuyos calzones los lave una criada. Aunque se dirija a ella con cariño y en diminutivo (Chonita, Conchita, Estelita). Este punto aplica también si la criada es, además, madre del contestatario.
De los luchadores no sociales que no sangren en el cuarto asalto.
De los políticos boxeadores.
De los políticos no boxeadores.
De los policías en todas sus presentaciones.
De las escuelas que usan uniforme.
De las autoridades que al escuchar la palabra cultura, piensan en el jarabe tapatío.
De los pendejos que dicen taekuandoines, en vez de taekuandoistas.
De los imbéciles que saludan diciendo "Buen día", en vez del castellanísimo "Buenos días".
De los gramáticos de a peso que escriben blogues con entradas: que tengan por título: Instrucciones para...
De las alcantarillas sin tapa.
De los planes anticrisis.
De los poetas que, después de los 30 años, vivan con su madre.
Desconfía de los concursos para el diseño de cartel del FICCO, porque, curiosamente, premian fusiles (por encargo) que llevan los colores del Sol Azteca, en un festival patrocinado por un gobierno que lleva esos mismos colores.
Desconfía de los que creen que traducir sus pendejadas al pagüer point o ponerle foquitos a una pirámide es entrar por la puerta grande a la innovación tecnológica.